jueves, 5 de marzo de 2009

Bebés a la carta



¿Rubio y con ojos azules o mejor pelirroja, como su madre? Traer al mundo un 'bebé a la carta' puede ser muy pronto una realidad en Estados Unidos, donde una clínica de fertilidad permitirá a sus clientes elegir rasgos como el color de los ojos de sus futuros hijos.

El centro estadounidense de fertilidad LA Fertility Institutes ofrecerá la opción de elegir embriones libres, no sólo de genes asociados con determinadas enfermedades, sino también con los rasgos estéticos preferidos por los progenitores.

La clínica anunció en diciembre en su Página Web que este servicio estaría disponible "en breve" en sus centros de Los Ángeles y Nueva York, sin entrar en más detalles. Pero la prensa estadounidense afirma en sus páginas que el primer "bebé a la carta" nacerá el próximo año.

Fuentes de LA Fertility Institute no han confirmado la fecha, pero sí reconocen que han recibido una "media docena" de solicitudes para acceder a este servicio.

El procedimiento es similar a otros que ya se usan en reproducción asistida y se basa en la técnica conocida comDiagnóstico Genético Pre-Implantacional, utilizado para prevenir ciertas enfermedades en los bebés.

Los médicos analizan una célula de cada embrión para detectar determinadas patologías de origen genético e implantan en el útero de la madre sólo los embriones sanos. Esto es para los que utiliza hasta ahora.

Pero igualmente, la técnica permite descubrir qué embriones desarrollarán rasgos genéticos como pelo rubio u ojos verdes y seleccionar sólo los que tengan las características deseadas.

La ley 14/2006 de Reproducción Asistida es el texto que ha regulado más en detalle esta cuestión recientemente en nuestro país. Según el artículo 12 de este texto, el diagnóstico preimplantacional únicamente es legal para enfermedades graves, con muchas probabilidades de desarrollarse en los primeros años de vida, y con una alta tasa de mortalidad por falta de tratamientos.

No apto para todos

La tecnología ofrecida por LA Fertility Institute no estará disponible para todos sus clientes, sino sólo para aquellos que vayan a someter sus embriones a test genéticos para detectar anormalidades.

La clínica, que permite desde hace tiempo a sus pacientes seleccionar el sexo de sus futuros hijos, en su sitio de Internet advierte de que su servicio "no garantiza una predicción perfecta en características como el color de pelo o de ojos".

El doctor Jeff Steinberg, director de LA Fertility Institute y pionero de la fecundación in vitro en la década de 1970, dijo a la prensa de EEUU que su técnica es "medicina cosmética".

Así, habrá padres que decidan, por ejemplo, tener un bebé con la piel más oscura para protegerlo del riesgo de cáncer de piel si uno de sus hijos ya ha desarrollado un melanoma. Otros, sin embargo, simplemente elegirán tener un niño rubio porque les gusta más este color de pelo, reconoció Steinberg.

Una iniciativa muy polémica

La técnica, obviamente, genera una enorme controversia especialmente por la pregunta de qué ocurrirá con los embriones con los rasgos físicos no deseados.

La opinión pública estadounidense es totalmente partidaria de la preselección genética en reproducción asistida para evitar enfermedades y un número considerable de personas aprueba también la selección de rasgos físicos.

Según una reciente encuesta de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, aplicada a una muestra de 1.000 personas, un 13% usaría esta tecnología para conseguir bebés más inteligentes y un 10% estaría de acuerdo en utilizarla para seleccionar a los embriones que serán más altos al llegar a adultos.

SUPERMANES A LA CARTA

Para empezar, con actividades como ésta y la fertilización "in vitro", se le resta a la mujer su importancia radicada en su función de procreadora de vida, para pasar a simple productora de óvulos fecundables, hormonas y muestras de células y tejidos, como un mero "instrumento" de la ciencia, en lugar de ser la protagonista del suceso. No sólo eso, está la posibilidad de crear úteros artificiales, último paso para la producción "en laboratorio" del ser humano.

Algo que ya se está practicando es el poder seleccionar de antemano el sexo del bebé en gestación, algo así como "bebés a la carta", donde se puede checar el menú y escoger si se desea un niño o una niña. Los pequeños ya no serán simplemente como antes, aceptados con sus defectos y virtudes, sino que se convertirán en menos que mercancía.

Hace cientos de años que el hombre sueña con la creación de la Raza Suprema, una especie de Súper-hombres con ingenio y belleza excepcionales (uno de los ideales de Hitler). Para esto, la clonación permitiría seleccionar a aquellas personas con más cualidades físicas y mentales, por lo que el valor de la gente ya no se mediría por su calidad de personas, sino como en el ganado, por quiénes permitirían hacer mejoras a la especie.

Las relaciones sociales fundamentales, tales como la consanguinidad, el parentesco y la paternidad o maternidad, se verían completamente afectadas, e incluso podrían llegar a desaparecer en medio de la confusión. Una mujer puede ser hermana gemela de su madre, carecer de padre biológico y ser hija de su abuelo.

Hay que considerar muy seriamente la dignidad de la persona clonada, que vendrá al mundo como una "copia" (aunque sea sólo copia biológica) de otro ser. En efecto, esta práctica causaría un profundo malestar en el clonado, cuya identidad psicológica corre serio peligro por la presencia de su "otro".

NUEVAS TECNOLOGIAS REPRODUCTIVAS Y BIOÉTICA

La investigación genética está produciendo una verdadera revolución e influyendo en la vida de hombres y mujeres. Su desarrollo e implementación ha permitido no sólo solucionar la infertilidad de millones de parejas o mejorar y predecir enfermedades, sino también ha procurado las herramientas necesarias para que el ser humano transforme su propia especie, con los riesgos que ello comporta.

Hasta hace poco más de dos décadas, la procreación, es decir, los procesos de fecundación, de gravidez y parto, sucedían exclusivamente en el cuerpo femenino. El avance científico-tecnológico aplicado a la reproducción biológica humana ha producido cambios profundos en este sentido que han dado origen a nuevos fenómenos: la fecundación "in vitro"; los bebés "probeta", el arriendo de úteros, el congelamiento de embriones, entre otros.

El desarrollo de la ingeniería genética y sus posibilidades de manipulación de los genes representa esperanzas y amenazas para la humanidad en la medida que, por una parte, aportan perspectivas nuevas para la cura de enfermedades, medicamentos y producción de alimentos y, por otra, el peligro de hacer mal uso de esas posibilidades al intervenir el genoma humano, es decir, el conjunto de genes que conforman la especie humana.

La bioética, disciplina orientada a evaluar críticamente el desarrollo de las biotecnologías y su impacto en el ser humano, tiene distintas miradas y perspectivas dependiendo de la cultura de la sociedad de donde emerge o de la disciplina (medicina, teología, filosofía) de quien manifieste una posición determinada.

Desde el movimiento de mujeres, desde el feminismo, existen distintas posiciones en relación a la bioética, algunas contrarias a la reglamentación de cualquier biotecnología y otras que exigen el control de esas biotecnologías por las mujeres ya que, según esa corriente, pueden garantizar su libertad y autonomía.

La revolución de las biotecnologías es, indudablemente, uno de los grandes problemas al que se ve enfrentada la humanidad y que, de manera muy particular, afecta a las mujeres.

Abrimos el debate sobre estos temas e invitamos a lectoras y lectores a aportar información, a escribir sus reflexiones, vivencias y perspectivas.

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